martes, 4 de octubre de 2016

Esperando a Matthew.



Esperando a Matthew.
Por Orestes Díaz.
La incertidumbre enloquece, la espera desespera y cuando la visita no agrada el tiempo se torna peor. Ese es el estado de los orientales que estamos atentos a cada sonido de la radio o imagen televisiva para saber qué trayectoria lleva el fortísimo Huracán Matthew. Anoche viví una imagen triste pero salvadora. Dos abuelos, bien mayores, con maletines, una hija acompañándoles y un pequeño nieto con un colchoncito a cuestas. Parecían hormigas moviéndose en la oscuridad de la noche buscando otra guarida que no fuera su casa. Ellos viven cerca de un río el cual debe crecer en pocas horas debido a las lluvias del fenómeno. Alguien les abrió las puertas bajo un techo seguro. Así somos los cubanos.

Banes hoy no está muy elegante, pocas personas en las calles, muchos comercios, cerrados, casi todos incluyendo los privados. Las ventanas tapadas con planchas metálicas, nailon, cartones, yaguas y cuantas cosas puedan parar la lluvia impulsada por los vientos.
La gente buscó comida que no se descompusiera rápido, hoy quitarán el fluido eléctrico, es una precaución ante el inminente paso de los vientos. Muchos techos tienen encima varas y sacos con arena, tierra o graba para que el aire no arranque las planchas de las cubiertas. Los fogones de querosene, carbón y otros inventos están a punto. No sabremos qué tiempo tarde el sistema energético en poner otra vez el servicio. En Banes la inmensa mayoría cocina con hornillas eléctricas. Los vientos deben derribar postes y arrancar conductores.
Los colchones son puestos en la parte más segura de la casa, los equipos electrodomésticos como televisores, pc y DVD son  llevados a la casa del vecino que tiene vivienda con cubierta de placa. Hoy la gente hace almuerzo y comida por la mañana, se comerá de noche, alumbrados con velas, otros no lo harán, el susto no da hambre, quizás solo un trago de café. Habrá quien fumará un cigarrillo tras otro buscando calmar los nervios. Lo peor es que Matthew no llega. Contradicciones del destino, no lo quieren pero a sabiendas de que pasará es mejor que lo haga rápido. ¡De lo malo salir ya! Dijo alguien.Pero él viene lento, moliendo, como una inmensa sierra de la cual no podemos escapar. La inocencia de los chicos ríe, la responsabilidad de los mayores se oculta para no mostrar la preocupación y la incertidumbre de ¿Qué pasará?  Es la vida seccionada en escenarios que para nosotros los banenses se torna trágica cada cuatro años, en los años bisiestos. Una rápida cronología: 2008, 2012 y 2016. Primero Ike, luego Sandy y ahora Matthew que es el próximo visitante no deseado.
Solo quedó el amor. 
Hay seguridad en lo realizado, hay fe, hay esperanza, hay atención y amor a la familia, unos creen en algo, otros hablan, alguien piensa encorvado comparando esto y aquello, el Flora, contra el Ike, hay memorias que no han vivido mucho y esta será su primera experiencia.  Pero la capacidad de aferrarse a la existencia y triunfar es típica de los humanos. El gran remolino de aire y agua tumbará viviendas, arrancará sembrados, desbordará ríos y embalses. Ojalá que no deje muertes y en Banes no arrastrará las convicciones.

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