jueves, 22 de agosto de 2013

Hablar es rico pero mejor es comunicarse.


Por Orestes Díaz Guerrero.
Hablar es rico, hay quien lo hace hasta la saciedad y se siente complacido pero comunicarse es mejor porque es una necesidad imperiosa, casi a gritos, más aún cuando el silencio brutal asfixia. En Banes existen círculos de interés que trabajan para llevar el intercambio con personas que padecen de limitaciones en el habla y la audición. 

Yamila Calderón es una madre que agradece este gesto porque a su niña, quien cursa la enseñanza primaria, no le está vedado el intercambio de ideas, sueños y experiencias. Sus compañeros de aula dominan algo más que el ABC de la comunicación gestual o por señas gracias a estos círculos y la armonía es completa. Ella no se siente sola.
En Banes existe el proyecto Rehabilitación Basado en la Comunidad (RBC) de Handicap Internacional desde donde se habilita, asesora y se motiva tales acciones comunicacionales. Recientemente se realizó un encuentro donde miembros de RBC   reconocieron la labor de los pioneros que integran los círculos de interés de lenguaje por señas. Chicos y adultos festejaron por igual en un ambiente sin muros, ni silencios.
Allí observé el intercambio, de un lado movimientos suaves, acompasados o rápidos, gestos, códigos que decían mucho y del otro lado sonrisas, exclamaciones que a veces llegaron a ser sonoras. La satisfacción fluía, las travesuras también y por tanto para ellos no había silencio. Maricela Durán, representante de RBC en Banes expresó la satisfacción de ver como se rompe el silencio de aquellas personas a quienes el habla y la audición fueron vedadas por la naturaleza pero como reza uno de los slogans de RBC “todos somos iguales”.

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