sábado, 22 de marzo de 2014

Un Alba que amanece y crea.


Majá de tela.

“El alba de rosáceos dedos…” es una expresión literaria en la obra “Polifemo” para hacer referencia al amanecer. Alba Guerrero es una creadora por naturaleza, una artista natural que bien merece ese título porque hace lo que se proponga. Para ella no existe el ocio y mucho menos el descanso mental, es como una maquinita de generar ideas, figuras y sobre todo ¿cómo hacerlas?

Frutas en papel maché.
Las vías pueden ser varias, papel maché, tejidos a dos agujetas o a una sola aguja y costuras manuales o a máquina, así ocupa el tiempo. “Inicié haciendo réplicas de bailarinas, las hacía en barro sin cocinar pero no tenían consistencia, luego le añadí cemento a la mezcla y resultó. Tejer no, eso lo aprendí desde muy joven cuando le hacía abriguitos de estambre a mis hijos, medias, camisetas y luego me atreví con manteles, colchas, uhhhhh, ni se sabe cuántas cosas hago tejidas, hasta frutas, animales…”
Otras frutas en papel maché.
 Colcha de más de cuatro mil flores.
Esta mujer de 68 años vive en la localidad del Fusil, en el municipio de Banes, rodeada de un ambiente campestre que le alimenta el alma con los sonidos y colores. “¿La obra de más trabajo? La colcha de flores, tiene más de cuatro mil florecitas y tardé más de un año en hacerla. No sé si tiene valor monetario porque fue bastante difícil”. 
Muñecas tejidas en estambre.
Alba en su casa con una flor tejida
El papel maché es la manifestación de mayor riqueza visual, un trozo de caña, una mazorca de maíz, una tajada de melón y las frutas íntegras matizan los colores en una cesta sobre la mesa de la sala mientras que el majá parece uno real dormido. “Trabajo por ocupar el tiempo y ver hechas realidades mis ideas. Una vez en una revista extranjera me fijé en una cartera tejida de mujer, era chiquitica, la miré con una lupa y así pude sacar el punto y la tejí. La hice más grande. Me quedó bella”

  

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