miércoles, 25 de febrero de 2015

El pirata de Guardalavaca.



Revivir historias antiguas es una motivación. Fantasía, terror, aventuras y misticismo son aristas que atraen. En el Complejo Hotelero Atlántico-Guardalavaca, en el balneario del municipio de Banes, existe un área que recrea la piratería de manera sana.
En el Bar Pirata los clientes encuentran a un émulo del Capitán Jack Sparrow, el célebre aventurero de la serie “Piratas del Caribe”. Él es Rigoberto Báez un barman que trabaja hace más de 20 años en la instalación con quien dialogué en la denominada Playita de Colón. “El proyecto inició con un barco que representaba a una de las tres carabelas del Almirante: la nave Santa María y la estatua de Colón que la están remodelando porque estaba deteriorada. Luego se decidió lo del barco pirata actual teniendo en cuenta aquello de que aquí escondían las vacas de los filibusteros”.

El barco es un bar donde se brindan cocteles, los colores son brumosos y está encallado a la sombra. Cerca ondean los gallardetes piratas en un cordel. La decoración es la adecuada con un dependiente a quienes algunos llaman Capitán Rigo. “Empleo varios atuendos, depende del día, las temperaturas, el tiempo. Para la idea de las banderas investigué pues no hay una sola bandera, existen 19 banderas diferentes que representan distintos piratas”.
El Bar Pirata es nuevo producto que atrae a los clientes a una pequeña ensenada por su tranquilidad, el paraje y el escenario, incluso algunos consumidores afirman la semejanza de Rigoberto con el Capitán Jack Sparrow “Dicen que me parezco, la aceptación del producto es muy buena. Es un gancho comercial para el hotel, pensamos hacer un escenario para realizar las noches de piratas y que los clientes se vistan como tal, así tomarán parte más activa” señala el barman.
Cuba posee una variada gama de rones con sabores y aromas exquisitos, unos fuertes y otros suaves partes de una cultura centenaria, al respecto el dependiente del barco pirata señala: “Utilizo rones específicos como el Corsario, Bucanero, Bariay y el Paticruzao. Con ellos pretendo ayudar al rescate de la coctelería cubana tradicional, es decir que el cliente pueda tomar cocteles clásicos como el Mojito, el Enroque, Pecho de doncella, el Beso y otros como el Rom Collins que se desarrolló en Cuba cuando la ley seca en los Estados Unidos. Tengo uno en honor a Polo Montañez, el cantautor cubano. Ese coctel se llama Flor pálida como se titula una de sus canciones que además interpreta Marc Anthony y es de muy buena aceptación”.

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