miércoles, 11 de mayo de 2011

Día mundial de la enfermería.


El Día Internacional de la enfermería es celebrado en todo el mundo cada 12 de mayo para recordar todas sus contribuciones a la sociedad. En enero de 1974, se tomó la decisión de celebrar este día al ser este el aniversario del nacimiento de Florence Nightingale, una italo-británica nacida un día como este, y considerada ejemplo de abnegación, madre de la enfermería moderna y fundadora de la primera escuela de enfermería del mundo.

La Enfermera es como el “Ángel Protector” de los enfermos: ellas son las  que consuelan, alientan, enjugan lágrimas  y  animan a quien sufre. Ellas son ángeles sin alas; no pueden volar, pero en cambio tiene piernas para correr al lado de sus enfermos, y mucha fuerza para convertirse en el brazo derecho de los médicos. Sin embargo pocas veces se valora su esfuerzo y nos acordamos de ellas mientras se les necesita, luego se les olvida hasta que regresamos nuevamente a un centro asistencial.
 La enfermería es una gran profesión, no es un simple oficio. No es una labor que se realiza como para subsistir en la vida. Ser enfermera requiere una vocación bien definida que lleva mucho de heroísmo, y de responsabilidad.
Ser enfermera es una noble profesión con  un alto honor, digna de respeto que requiere sacrificios y responsabilidad. No sólo es esa figura de ropa blanca que viene y va por los pasillos del hospital. Es la mujer y también el hombre hechos amor, sacrificio  y maternidad, personas que se inclinan sobre el enfermo hasta el alivio y la cura.
La filosofía de la enfermería abarca tres elementos: preocupación por el conocimiento, los valores y el ser mientras que el objeto de estudio de la profesión se basa en el cuidado al hombre, a la familia y a la comunidad ya sean individuos sanos o enfermos. De las enfermeras se dice que son
tierna flor de primavera,
por ese aroma de flor
que sólo de una enfermera
es medicina de amor.

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