martes, 24 de mayo de 2011

Cada cual labra su futuro.


El futuro se espera y dicen que llega. Es la porción de la línea temporal que todavía no ha sucedido; en otras palabras, es una conjetura que bien puede ser anticipada, predicha, especulada, postulada, teorizada o calculada a partir de datos en un instante de tiempo concreto. En algunas filosofías sólo el presente existe y el futuro y el pasado son irreales. Y se preguntará usted: ¿A qué viene esto?

Fácil, que usted lo ayuda a labrar, a empedrar en el día a día, el suyo y el de sus hijos. Entonces el futuro también se hace. Pero no hablaré de cualquier mañana, no, sino de uno muy especial el profesional y la vocación hacia él. En la escuela José Tey alumnos de sexto grado me dieron sus puntos de vistas, mirándonos a los ojos, seguros, con autodeterminación. Uno quería ser doctor en medicina, una chica enfermera, un tercero ingeniero y así se deslizaban los sueños que pueden y deben hacer realidades.

En la calle tomé opiniones, también en una escuela y me asaltaron dudas sobre hasta donde los mayores manipulamos las decisiones de nuestros hijos y de los pequeños. Hasta donde ellos pueden hacer valor sus aspiraciones y encontré a personas que me hablaron con lógica. Rolando Escobar un hombre que soñó con ser pelotero de alto rendimiento me dijo “Yo ayudo a mis hijos a que quieran lo que deseen pero no decido, eso les toca a ellos” Igualmente una mujer joven me expresó que los padres deben ser guías pero no les corresponde decidir.

Las religiones consideran el futuro cuando tratan temas como el karma y la vida después de la muerte, donde estudian cómo será el fin del tiempo y del mundo. Algunas figuras religiosas, como los profetas y adivinadores han alegado poder ver el futuro. Pero como ya le dije antes el futuro también se hace y en mi búsqueda sobre la incidencia de la familia en la vocación futura profesional de niños, adolescentes y jóvenes sentí deseos de tener una muestra más representativa de opiniones, de cómo hacer vales las aptitudes y las actitudes y la Secundaria Básica Conrado Benítez fue un hallazgo.

Allí el mejor expediente del centro me afirmó que quería ser militar de carrera porque siempre le motivaron los ejercicios con tanques y otras técnicas, una chica me dijo que soñaba con ser profesora y otros me llenaron de sueños. Con ellos me acorde de aquello que dice “ El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad. El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños, interesa porque es el sitio donde se pasa el resto de la vida” Entonces importa y si es laboral y profesional atrae más interés. Hasta donde hacer valer el don de cada cual.

A los jóvenes se les puede y se les debe guiar, se les puede educar con el ejemplo, mostrarles caminos pero darles autodeterminación porque cuando los mayores no estemos entonces pueden decir que el pasado ya no es y el futuro no es todavía, recordémosle que en lo pasado está parte de la historia del futuro. Como dijera algún gran pensador: “el futuro nos tortura y el pasado nos encadena”, he ahí porqué el presente se nos escapa. Aprovechemos este instante, es la unión entre el ayer y el hoy. Piense, piense mucho, así podrá actuar mañana y no arrepentirse del ayer.

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