jueves, 17 de febrero de 2011

Cubanos auténticos y originales



 Casi todos los pueblos se creen elegidos, únicos, especiales y creen muchas cosas más. El cubano tiene su orgullo y no es por gusto, realmente no es un pueblo más. Puede que usted piense, bueno eso lo dice él porque nació aquí, pero mire mejor tenga las reflexiones que hizo sobre Cuba un colega inglés corresponsal de BBC Mundo: "Es increíble como un país tan pequeño como Cuba -más chiquito que Uruguay incluso- puede hacer tanto ruido en el mundo. Sea por la política, la medicina, la cultura o simplemente por sus habanos, el nombre de la isla se nos aparece siempre.
Voy al cine en Madrid a ver un policiaco sobre el Vaticano y salen feligreses con una bandera cubana, subo a un taxi en México y el chofer va oyendo música cubana, viajo a Montevideo y jóvenes veinteañeras me preguntan por Silvio Rodríguez. Los diplomáticos de la ONU discuten cada año dos mociones sobre la isla, una condenándola por supuestas violaciones de los derechos humanos y la otra condenando a EE.UU. por el embargo económico de hace medio siglo.
En el Tercer Mundo, desde Haití hasta Pakistán, los gobiernos agradecen la ayuda médica que llega desde la isla, mientras que los países desarrollados parecen decididos a hacer de los disidentes cubanos los opositores más premiados del universo. Ahora está en el bombo el caso de Wikileaks y varios de los cables secretos hacen referencia a Cuba. Sin embargo, no es la única vinculación. Anna Ardin, la sueca que acusa al precursor Julian Assange de violación, habría trabajado con la disidencia cubana.
Añade el colega de la BBC que estos aspectos son solo un ejemplos para confesar que no sabe cómo se las arreglan esta pequeña isla y sus 12 millones de habitantes para estar siempre en el candelero, concentrando los focos de atención del mundo. Las cosas llegan a grados realmente insólitos cuando durante medio siglo todos los candidatos a la presidencia de la mayor potencia económica y militar de la historia de la humanidad se ven obligados a incluir el tema Cuba en sus campañas electorales".
Dice el redactor que él les cuenta a sus amigos cubanos que este, su país y EE.UU. son las únicas naciones sobre las que todo el mundo tiene una opinión. Pero eso a ellos les parece lo más lógico, están convencidos de que son una importante nación habitada por gente muy especial. Y no es para menos.
Ahora recuerdo una descripción que hiciera sobre los cubanos un viejo colega, allá por la década del 50 cuando escribió: los cubanos están entre ustedes pero no son de ustedes, beben en la misma copa la alegría y la amargura, hacen música de su llanto y ríen de su música, los cubanos toman en serio los chistes y hacen de todo lo serio un chiste, creen en el catolicismo, en Changó, en la charada y en el horóscopo chino al mismo tiempo. No creen en nadie y creen en todo. No discutas con ellos jamás. Ellos nacen con la sabiduría. No necesitan viajar, todo lo han visto. Se caracterizan individualmente por su simpatía e inteligencia y en grupo por la gritería y el apasionamiento. Los cubanos son el pueblo elegido por ellos mismos. Cada uno lleva la chispa del genio. Cuando discuten no dicen: “No estoy de acuerdo con usted”, sino que te dicen: “usted está completamente equivocado”
¡Se la comió! Es una expresión de admiración. ¡Comerse un cable! Es señal de situación crítica y llamarle a alguien “Comedor de excrementos” es a la vez su más usual y lacerante insulto.  Aman tanto la contradicción que llaman “monstruos” a las mujeres hermosas y “Bárbaros” a los eruditos. Los cubanos ofrecen soluciones aún antes de conocer el problema, de ahí que para ellos nunca hay problemas.
Sin dudas que tenemos excelentes definiciones aunque no sean compartidas ciento por ciento por todos. Pero somos especiales y eso nos exige ser trabajadores y honestos, pues el trabajo es la fuente de toda riqueza y la honestidad forma parte de aquellas cualidades mas gratas que pueda poseer una persona, ella garantiza confianza, seguridad, respaldo, confidencia e integridad. No demos pie a aquella frase de que dice Mark Twain: Honestidad: la mejor de todas las artes perdidas.
Digamos mejor: Si el mundo entero fuera como tú (no mejor),
si fuera igualmente puro y franco, tan puro y franco como tú, si el mundo fuera igualmente libre de malas intenciones, de extorsiones y engaños,
de planes para burlar y engañar al prójimo, de planes para aplaudir al desalmado... ¿Sería mejor el mundo? Si el mundo entero te siguiera totalmente despojado de engaños y falsedad, sin malicia y sin egoísmo de verdad, quizás con otras características o quizás iguales a nosotros  de seguro que el mundo sería mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario