lunes, 21 de febrero de 2011

Mi campesino es así.

A golpes de sol madura la piel del campesino o como ahora que el frío madrugador a veces corta las manos que amanecen engarrotadas, pero hay que trabajar la tierra desde bien temprano.
A quienes sembraron frijol cada mañana les salía un suspiro de esperanza y levantaban la cabeza mirando al cielo ¡Que llueva!. Y por fin llovió para que primero las plantas crezcan, luego echen flores, semillas, fundas y colores. Luego si las lluvias persisten se pedirá entonces que no llueva, así es la agricultura, de conocimientos, capacidad de trabajo y también de suerte.
A nuestros campesinos de les puede ver encendiendo un cigarro o con un tabaco pegado a la boca, tomando el trago de café fuerte y caliente. Hombre bueno y tranquilo que no se humilla, que se enoja a veces con el tiempo o con los animales, un poeta del surco. Hombre duro, que le gusta enseñar sus callosas manos que son parte de su orgullo.
En Banes los hay de muchos soles, otros ahora comienzan a curtirse de sol, de rocío o de frío aprendiendo siempre de una nueva variedad, un cambio de clima y hasta de temporada. Hay campesinos jóvenes, otros que caminan y trabajan con la costumbre a la espalda y con un montón de conocimientos. Así es la tierra, una novia que exige y enseña, un vientre gigante que espera la semilla para procrear, pero que no es tan fácil.
Con los nuevos tiempos los hombres de la tierra cobran un nuevo liderazgo, como lo han tenido los trabajadores sociales, los estudiantes de la UCI o como otras profesiones a lo largo de nuestra historia. Es la muestra de que quienes aman la tierra siempre han hecho falta y ahora mucho más, hay motivaciones competencias, deseos y una lucha contra el clima, la suerte y el cielo.
Hay buenos campesinos en Mejías y Deleyte, en el Way de Tasajeras, el Colorado, los Ángeles e incluso en la ciudad, los hay por Retrete y Samá y en Flores, cooperativistas o no pero que trabajan la tierra y saben que llegó su momento cumbre, el de demostrar que sí es posible porque otros ya lo ha hecho. Es su gran momento del aporte, de producir y ganar. Eso no es malo, es un mérito.

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