Banes en letras.

Escribir es de oficio pero pienso que es más de motivaciones y deseos. Hay días en que uno se levanta con las ganas de llenar cuartillas, con la mirada puesta en el detalle sin que se te escape nada y el mensaje fluye entre el teclado, rico, solo, natural.

Esta mañana de sábado en Banes es un momento propicio, un día ideal y el lugar acertado para saciarse con una brisa semiinvernal que baña el rostro, con las calles tranquilas abrazando a los pobladores que van y vienen de la feria agropecuaria con cebollas, granos, carnes, tomates y cuanto les exija el gusto para así asegurar la semana que realmente inicia mañana domingo pero que para los cubanos comienza el lunes por que sí. Aquí decimos que el domingo es parte del fin de semana y el lunes el primer día. Cosas nuestras.

En Banes el sábado es un buen día para la construcción y así usted ve a los albañiles improvisados o de profesión fundiendo placas, levantando paredes o poniendo un peine de persiana, la gente batiendo la mezcla en un trompo concretera o en el portal de la casa e incluso en la calle, sí allí por donde transitan los automóviles.

Hoy las mujeres lavan, limpian a fondo la casa, otros durmieron la mañana, muchos trabajan su media jornada, hay quienes esperan el fútbol del mediodía expectantes por el resultado del Real Madrid-Levante o por una derrota del Barcelona para que la liga española se ponga más exigente. Aquí la mayoría de los amantes del más universal hinchan por los Merengues o por los Azulgrana. Los que gustan del beisbol tendrán por la noche al mejor partido en la tv, otros se van a disfrutar de la larga tanda de películas del sábado o a ver los documentales del canal 64.

19 de febrero que puede ser como cualquier otro día con los niños tomando sus barquillas de helados, la joven que se va a rellenar las uñas postizas y el moreno que se va a peinar como Adebayor, la última adquisición del Real Madrid. En un puesto de venta cercano al Parque Martí le pregunté a una abuela que si lo que compraba era cerveza y me dijo: ¡No va a ser agua!, Pensé que era sirope le expliqué y se disculpó sonriendo como buena cubana diciéndome que iba a celebrar. No pregunté nada más, motivos alegres tendrá.

En una intersección vi al camión de Pachalo con  rótulo de operadora de fletes Banes-Santiago de Cuba y un galopante sobrenombre: “The White Horse”, me llamó una fotógrafa para informarme que montaría una expo y quiere cobertura de los medios, en el boulevard me encontré con la chica que trabaja en la fábrica de tabacos quien no tiene nada que envidiarle a una modelo y me regaló una sonrisa única, pasé a pagar el servicio eléctrico y dialogué con quienes se encontraban allí. Definitivamente lo más razonable es ahorrar, una cultura que debemos consolidar.

Le pregunté a Mayelín, económica de la compañía Palmares, cómo ella definía el sábado y me contestó:… “desde niña yo definía los días con colores y el sábado era rosado mi color preferido, este día es algo especial, más bonito”. Entonces no estoy equivocado, mi motivación a escribir la dio el sábado, su color, la gente, mi Banes, su paz, su afición por el fútbol y el amor tranquilo y fuerte que reina en sus anchas calles y en el corazón de sus pobladores. Quien lo probó lo sabe.