Entrevista a Salim LAMRANI
“Washington debe también
aceptar la realidad de una Cuba diferente, independiente y soberana”
Sébastien Madau
La Marseillaise
1. ¿Acaso los anuncios del 17 de diciembre de 2014 deben considerarse como
algo sorprendente?
Salim Lamrani: La
reanudación del diálogo entre los dos países es histórica en la medida en que
pone término a más de medio siglo de relaciones conflictivas. La política de
hostilidad de Estados Unidos hacia Cuba es anacrónica pues se remonta a la
Guerra Fría. El estado de sitio económico es también cruel ya que afecta a las
categorías más vulnerables de la población. Por otra parte, las sanciones son
ineficaces dado que no se ha alcanzado el objetivo de conseguir un cambio de
régimen. Al revés, han aislado a Washington en la escena internacional.
2. ¿Acaso esas decisiones forman parte del proceso de reformas realizado desde
hace unos años en Cuba?
SL: Desde el triunfo de
la Revolución en enero de 1959, Cuba siempre ha declarado su voluntad de tener
relaciones normales y pacíficas con Estados Unidos, con tal de que se basen en
la reciprocidad, la igualdad soberana y la no injerencia en los asuntos
internos. La Habana siempre se ha mostrado constante al respecto.
Conviene
recordar que la hostilidad es unilateral. Son los Estados Unidos quienes
rompieron las relaciones con Cuba en enero de 1961 y quienes no han dejado de
adaptar su retórica diplomática para justificar el mantenimiento de este estado
de sitio. Al inicio, Washington justificó su política agresiva hacia La Habana
oficialmente por el proceso de nacionalizaciones y expropiaciones que afectaba
sus intereses. Luego, se puso en tela de juicio la alianza con la Unión
Soviética. En los años 1970-1980, fue la solidaridad cubana con los movimientos
revolucionarios e independentistas de América Latina, África y Asia la que se
apuntó con el dedo. Tras la caída del muro de Berlín y la desaparición de la
URSS, los Estados Unidos, en vez de normalizar las relaciones con La Habana,
procedieron, por el contrario, a un recrudecimiento de las sanciones
económicas, esgrimiendo esta vez el argumento de la presencia de Fidel Castro y
Raúl Castro en el poder.
3. Cuba siempre ha dicho que estaba dispuesta a dialogar con Estados Unidos
sobre una base de respeto mutuo. Entonces la posición cubana es coherente.
¿Pero cómo explicar el cambio de posición de Estados Unidos?
SL:El Presidente Barack
Obama hizo una constatación lúcida a propósito de la actual política de Estados
Unidos hacia Cuba. Washington ha fracasado rotundamente pues Cuba no ha
renunciado a su proyecto de sociedad y consolida su proceso socialista
haciéndolo más eficiente y adaptándolo a las nuevas realidades. Washington está
aislado a todos los niveles sobre la cuestión cubana. La comunidad
internacional es favorable a una normalización de las relaciones entre ambos
países y condena firmemente la política de sanciones. En octubre de 2014, por
vigesimotercero año consecutivo, 188 países –incluso los aliados más fieles de
Estados Unidos– votaron a favor de un levantamiento de las sanciones económicas
contra Cuba. América Latina se muestra unánime en su exhortación de liberar a
Cuba del estado de sitio que la asfixia desde hace más de medio siglo. América
Latina ha amenazado con boicotear la próxima Cumbre de las Américas de 2015 en
caso de ausencia de Cuba. En los años 1960, Cuba estaba aislada en el
continente americano. Sólo Canadá y México tenían relaciones con La Habana. Hoy
La Habana tiene relaciones diplomáticas y comerciales con todos los países del
continente, con la excepción de Estados Unidos. Al persistir en aplicar una
política absurda y obsoleta, Washington se ha aislado en el mundo.
Por
otra parte, a nivel nacional, la opinión pública de Estados Unidos, con un 70%
según un sondeo de CNN, es favorable a la normalización de las relaciones con
Cuba. El pueblo estadounidense no entiende por qué puede viajar a China,
principal adversario político y comercial de Estados Unidos, a Vietnam, país
contra el cual Washington estuvo en guerra durante cerca de 15 años, y a Corea
del Norte, que tiene el arma nuclear, pero no a Cuba, que jamás ha agredido a
Estados Unidos en su historia, y que constituye un destino turístico natural
por razones históricas y geográficas evidentes.
La
comunidad cubana de Estados Unidos es favorable en un 52%, según un estudio, a
un acercamiento bilateral pues aspira a tener relaciones pacíficas con su
patria de origen y desea que los cubanos de la isla disfruten de un merecido
bienestar, sin ser víctimas de sanciones.
Del
mismo modo, el mundo de los negocios estadounidense es partidario del
levantamiento de las sanciones contra Cuba, pues ve un mercado natural de 11,2
millones de habitantes listo para recibir inversiones de América Latina,
Europa, Canadá y Asia.
Todos
esos factores han llevado a Washington a flexibilizar su posición y a adoptar
un enfoque más constructivo y racional.
4. ¿Las derrotas electorales de Obama y el fin de su mandato pueden explicar
este cambio?
SL: La realidad
constitucional quizás haya desempeñado algún papel. En efecto, Obama está en su
segundo mandato presidencial y ya no puede volver a presentarse. Pero parece
que se trata sobre todo de una toma de conciencia del aislamiento creciente de
Estados Unidos en la escena internacional sobre la cuestión cubana y del
fracaso patente de semejante política agresiva.
¿Cuáles
fueron las reacciones en la isla? ¿Y en la Florida?
SL:
Cuba acogió con regocijo el regreso de sus tres compatriotas Antonio Guerrero,
Gerardo Hernández y Ramón Labañino, quienes cumplían severas penas de prisión
por intentar neutralizar a los grupúsculos terroristas del exilio cubano que
había causado la muerte de varias personas realizando atentados con bomba. Se
trataba verdaderamente de una causa nacional en Cuba y el mantenimiento en
detención de esas personas constituía el principal obstáculo a la normalización
de las relaciones entre Washington y La Habana. El pueblo cubano, que siempre
ha tenido un lazo espiritual muy fuerte con el pueblo estadounidense, recibió
la noticia del restablecimiento de las relaciones bilaterales con satisfacción.
5. ¿Acaso podemos esperar otros cambios?
SL: El restablecimiento
de las relaciones diplomáticas es un primer paso indispensable. No obstante,
resulta insuficiente. Estados Unidos debe primero levantar las sanciones
económicas contra Cuba. Obama puede hacer uso de sus prerrogativas como
presidente y permitir por ejemplo que los turistas estadounidenses viajen
libremente a Cuba. Ello firmaría el fin de las sanciones contra Cuba pues el
Congreso no resistiría a las presiones del mundo de los negocios y estaría
obligado a abrogar las leyes sobre el bloqueo. Luego, Washington debe también
aceptar la realidad de una Cuba diferente, independiente y soberana y abandonar
sus políticas hostiles destinadas a desestabilizar el país financiando a la
oposición interna. Por fin, debe poner término a la ocupación ilegítima de
Guantánamo y neutralizar a los sectores extremistas del exilio de la Florida
que no han renunciado a la violencia terrorista.
Fuente original: http://www.lamarseillaise.fr/analyses-de-la-redaction/decryptage/34334-le-president-barack-obama-a-fait-un-constat-lucide
*Doctor en Estudios Ibéricos y
Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, SalimLamrani es
profesor titular de la Universidad de La Reunión y periodista, especialista de
las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula Cuba,
the Media, and theChallenge of Impartiality, New York, MonthlyReviewPress,
2014, con un prólogo de Eduardo Galeano.
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