jueves, 11 de septiembre de 2014

¿Quién llora por Cuba?

Nancy Pavón, víctima del terrorismo.
Entrevistaba a un grupo de niños sobre sueños y aspiraciones, me respondieron jugar, felicidad, una más grandecita me dijo “vivir en paz” y hasta el amor en la familia. Estas son esperanzas de chicos y también de adultos, sin embargo todo puede ser roto en un momento con una frase, un plan, una orden y una explosión.
El terrorismo es una práctica funesta que mata sin tener en cuenta nombres, sexos, edades o posiciones sociales. Quienes los practican son fanáticos de ideología y/o  mercenarios por dinero. En su mundo de destrucción el fin justifica los medios Como dijera Posada Carriles cuando la muerte en Cuba del joven turista italiano Fabio Di Celmo: “estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado”.  
Producto al terrorismo el municipio holguinero de Banes tiene cicatrices profundas que dejaron dolor, llanto y muerte en diferentes momentos. Yurisay Pérez Nakao, historiadora local,  esbozó algunas de las acciones perpetradas contra nuestra localidad. “Nosotros también hemos sido víctimas del terrorismo, por ejemplo en la lucha contra bandidos en el Escambray perdimos a dos hijos de esta tierra, fuimos víctimas directa del ataque al poblado de Boca de Samá con dos mártires más y en Playa Girón cayeron otros dos coterráneos. El dengue hemorrágico fue una epidemia que afectó a 3330 banenses, de ellos 850 menores de edad”.
Playa Girón fue uno de los escenarios donde se puso de manifiesto el terrorismo de estado, allí lucharon contra los mercenarios hijos de esta tierra, uno de ellos es Orlando Lechuga Zaldívar quien muy joven desafió la muerte. “El ataque fue de mercenarios pagados por el gobierno norteamericano, aquello fue un momento que consolidó la conciencia humanista, se nos partió el corazón cuando vimos a compañeros muertos allí, pero hoy el crimen sigue por ejemplo en los países del Medio Oriente y todo por tener la hegemonía mundial”.
El terrorismo es repudiado en todo el universo de disímiles formas: Violencia, pactos, migraciones, conversiones religiosas y la inteligencia.  Esta última parece ser más práctica, lógica y ofrece resultados. Cuba se ha visto obligada a emplear un gran caudal humano para conocer los planes terroristas del enemigo, por tal motivo cinco cubanos sufrieron duras condenas. Aún quedan tres tras las rejas.
Yurisay Pérez Nakao, historiadora local,  cree en el poder de la comunicación: “tenemos miles de personas que rompen la rutina y mantienen correspondencia con los Cinco, comités de solidaridad que rompen el silencio y dan a conocer la realidad y exigen justicia. Hemos sido sede de los coloquios contra el terrorismo donde asisten amigos del mundo, familiares de los Cinco y el padre de Fabio Di Celmo”.
Los terroristas esgrimen ideologías, datos, armas, técnicas y sobre todo un fanatismo a base de ideas repetidas una y otra vez por líderes que no arriesgan su vida y en ocasiones ni llegan a mostrar su verdadera identidad.
Desde la conquista de los reinos por la espada, el rey ajusticiado por el hacha, la quema de los indios, las guerras de codicia hasta las malas intenciones envueltas en seda, el terror ha llenado de pavor a la humanidad. Muchas veces el remordimiento y la desesperanza de poder someter a los demás a su antojo animalizan a algunos. Que alguien esté convencido de su opinión no quiere decir que tenga la razón y mucho menos que haya que aceptarla.
En las torres gemelas  del 11 de septiembre de 2001 murieron unas dos mil 600 personas. En cada 1972 familias cubanas hay una con un miembro víctima del terrorismo. Ellos suman más de tres mil 400 muertes y otros dos mil 99 recibieron daños a su integridad física, sin contar el alto costo económico. ¿Cuántas torres gemelas suma estas cifras? Las The World Trade Center  enloquecieron al mundo, el mundo lloró. Y como preguntara una colega en la capital cubana en una conferencia sobre el tema: ¿Quién llora por Cuba?



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