El delantero que hace lo que le piden

jueves, 16 febrero 2017, 11:39

Volvía la Champions al Bernabéu y regresó el Benzema de las grandes noches. Ofreció su mejor versión y eso es mucho: un gol y un recital de juego y actitud. Jugadorazo.
   Hojeando ayer las informaciones previas al Madrid-Nápoles, me llamó la atención la coincidencia al poner el foco sobre Benzema, supongo que porque el Bernabéu le ha puesto en la diana. Otro damnificado más. Se apuntaba que le silba su público, que lleva un mes sin marcar o que se juega su futuro en los próximos meses. ¿Y quién no?
  
Benzema hace cosas relevantes en todos los partidos. Algunas más o menos brillantes, otras con mayor o menor efectividad, pero todas con sentido. Sucede que, como es introvertido y discreto hasta para celebrar sus goles (no imaginan lo que nos cuesta encontrar fotos suyas con fuerza para diseñar la portada cuando ha sido el protagonista...), existe cierta tendencia a no apuntar en su contador la gran cantidad de cosas que hace bien. Porque en realidad, ¿qué es lo que se le pide exactamente a Benzema?
   Llegados a este punto conviene recordar que está muy bien lo que usted o yo opinemos al respecto, pero en verdad aquí cuenta lo que le pida su entrenador, que es el que manda. Y el que más sabe de los tres, me atrevería a asegurar. Zidane dejó claro el martes qué quiere que aporte Karim al equipo: "Es cierto que hace marcar goles a muchos jugadores y hay que pedirle que marque más, pero lo que más me interesa de él es que haga jugar a los compañeros, además de darles goles".
LOS NÚMEROS NO ENGAÑAN
Me gustaría creer que estas palabras van a terminar con la polémica que desde hace siete años y medio la cofradía 'El9delMadridtienequemarcar30goles' alimenta con tanta energía como poco respeto a las estadísticas. Porque les da igual que Benzema ya sea el octavo máximo goleador en la historia del Real Madrid (173). Les da igual que hablemos del quinto máximo goleador en la historia de la Champions (50 goles en 88 partidos). O que sea el máximo goleador blanco en la presente Champions (4 goles). O que tenga mejor promedio (0,56) que varios de los mejores delanteros de siempre como Raúl (0,50), Shevchenko (0,48), Drogba (0,47) o Henry (0,44). Les da igual que lleve mejor media goleadora que varios de los mejores delanteros actuales como el Kun Agüero (0,48), Neymar (0,53), Higuaín (0,26), Ibrahimovic (0,40), Cavani (0,55), Mandzukic (0,36) o Bale (0,32). ¿Que Bale no es delantero puro? Ya, ni Benzema.     
    Y lo que es peor, les da igual que Karim Benzema sea un futbolista como la copa de un pino.
   Confieso que me da pereza tener que recurrir siempre a las estadísticas comparativas para desmontar el tópico de que Benzema no hace goles. Pero es que por mucho que se repita, sigue siendo mentira mientras los números no demuestren lo contrario. Y siete años después siguen sin demostrarlo. Sí demuestran en cambio que difícilmente va a superar los 30 goles jugando al lado de y para una bestia como Cristiano que marca más de 50 y que lleva las últimas siete temporadas siendo el delantero de toda la Liga que más dispara a puerta. Adivinan quién es su mayor asistente, ¿verdad?
MEJORA AL RESTO
Además de marcar una cantidad de goles considerable para no ser un delantero centro al uso, Benzema juega y hace jugar. Pero como luce el 9 en la espalda, el peso de ese dorsal y la rigidez mental de algunos forma una mezcla endiablada. En realidad es más un 10 (o un 9,5) con un amplio repertorio en el que sobresale su capacidad para mejorar a los demás con su juego asociativo, un aspecto que ni las estadísticas ni muchas crónicas contabilizan en estos tiempos en que el Big Data todo lo gobierna. Pero eso es lo que le pide su entrenador.
   En el fondo lo que Benzema necesita es cambiarse el dorsal y poner cara de velocidad cuando corra a por un balón inútil en la banda del Bernabéu. Eso y que dejen de compararle a todas horas con Luis Suárez, un 9 de manual y, este sí, un goleador.