PUERTO PRÍNCIPE (Reuters) - Jóvenes manifestantes haitianos bloquearon
las calles el domingo mientras que muchas tiendas destrozadas o
saqueadas seguían cerradas por tercer día consecutivo tras la ola de
indignación que sacudió al país por un fuerte aumento del precio de la
gasolina.
Los manifestantes usaron árboles ya derribados para bloquear
carreteras, además de incendiar una montaña de neumáticos, muchos de los
cuales seguían ardiendo el domingo, con densas columnas de humo negro.
En algunos casos, la policía respondió con gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.
Restos
de coches quemados se veían frente a los hoteles Best Western y Oasis,
en Petion-Ville, un suburbio del sur de la capital, y también cerca de
las oficinas de la compañía de telecomunicaciones Natcom.
La
embajada estadounidense advirtió a sus ciudadanos que eviten los
disturbios en la capital, Puerto Príncipe, y reprogramen cualquier plan
de viaje, ya que varias aerolíneas cancelaron sus vuelos.
El
primer ministro de Haití, Jack Guy Lafontant, anunció la suspensión
temporal de las alzas de dos dígitos de los precios de la gasolina, el
diesel y el queroseno el sábado por la tarde, justo un día después de su
publicación, pero los disturbios continuaron.
En la capital eran pocos los coches y las motos que circulaban el domingo. Y se podían ver ventanas rotas y edificios dañados.
En
un centro comercial en Petion-Ville, la policía intentaba proteger
tiendas que habían sido atacadas y quedaron con los suelos cubiertos de
vidrios rotos y mercadería desparramada.
La decisión de subir
los precios de la gasolina fue parte de un acuerdo con el Fondo
Monetario Internacional, que exige a la empobrecida nación que ponga en
vigor una serie de medidas de austeridad destinadas a incrementar la
recaudación del gobierno y fortalecer la economía del país.
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