Las vida viene a ser una eterna
encrucijada con ofrecimientos y opciones que casi siempre te permiten solo lo
uno o lo otro. Según los niños es la luz quien interrumpe los sueños pues estos
mueren cuando abres, pero gracias al despertar destruimos a las pesadillas.
Entonces abrir los ojos no siempre es malo.
Siendo más poéticos tenemos que al buscar rosas, podemos no tener ojos para las
violetas y al buscar la victoria, podemos dejar pasar de largo a la alegría. ¿Y
por qué no poder ver ambas cosas? ¿Están las limitaciones colocadas como vallas
afuera o las imponemos nosotros con la mente fija en un solo objetivo?
Los humanos gustamos de ir a los
extremos, contradictorios, también únicos y confiados en el después y el mañana
aún a sabiendas que nunca se tiene una segunda oportunidad para causar la primera impresión.
Pero en la vida también existen mitades que por estar
exactamente entre los extremos también son extremas y tenemos que una mentira a medias, de ningún modo es una media verdad. A ello se
contrapone que un vaso medio vacío de vino es también uno medio lleno.
La existencia es difícil, tomar el rumbo exacto aún más pero
si corregirlo si bien no podemos dirigir el viento sí podemos ajustar nuestras
velas en un mar en el que todos podemos estar ahora sobre la cresta de una ola
y luego en el seno de la onda independientemente de razas, credos o peldaños
sociales. A escondidas, en el interior, ante una situación específica los
pobres sueñan con ser ricos y los ricos anhelan la felicidad del pobre sin
olvidar que en una de esas tormentas sentimentales cualquiera mira a la fruta
prohibida y como decía Platón: “EL virtuoso
se conforma con soñar lo que el pecador realiza en la vida”.
Son tiempos de rescatar valores,
de reencontrarnos con lo humano, como me decía un gran maestro: no son los
jóvenes quienes están perdidos, son los adultos que no han sabido educarles
correctamente, mucho más atrás Albert
Einstein dijo “¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo
que un prejuicio”. Más triste aún escribió Billy Wilder “Algunas personas sólo
guiñan un ojo para apuntar mejor” Fea realidad para quienes no analizan que “La risa es la
distancia más corta entre dos personas”
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