Conviviendo con los ancestros.

Muestras de útiles aborígenes.

El Museo Indocubano Baní cumplió 49 años de fundado este 28 de noviembre como institución cultural que recibe un flujo importante de personas. En sus espacios se pueden admirar las características fisiológicas de los primeros habitantes de esta región. Vasijas, rituales, informaciones, adelantos, modos de vida  y hasta su dieta.

Luis Rafael Quiñones, especialista, une los inicios a la actualidad “los trabajadores y el pueblo agradecen a aquellos que forjaron a la institución cultural, a Orencio Miguel Alonso quien donó la colección básica y que fuera el primer director, también agradecemos a Antonio Núñez Jiménez considerado el padre de la Espeleología Cubana; a Celia Sánchez Manduley, Heroína de la Revolución Cubana y a las autoridades que entregaron el local”.

Estudiantes visitan la institución.

El Indocubano puede parecer una entidad pasiva acorde a las muestras de sus vitrinas, Quiñones rompe ese mito museológico “tenemos un trabajo sostenido en el cuidado de las colecciones y en hacer que el contenido se conozca. Los técnicos investigan las colecciones, por otra parte la promoción local, nacional e internacional exige una labor seria, como resultado el museo es querido por la comunidad, los banenses tienen un importante sentido de pertenencia hacia él”.

El municipio holguinero de Banes es conocido nacional e internacionalmente como Capital Arqueológica de Cuba y el museo Indocubano Baní es uno de los pilares que soporta esa categoría. “Mantenemos el trabajo comunitario, con escuelas, centros laborales con conferencias, charlas, hacemos una labor educativa para inculcar la protección del patrimonio aborigen. La institución rebasa las 22 mil piezas pero también fomentamos el respeto y cuidado hacia el contenido que aún está en los sitios”.

Luis Quiñones atiende a estudiantes.

En el municipio de Banes hay alrededor de 100 sitios arqueológicos de diferentes categorías. Se puede afirmar que existe periodicidad en los descubrimientos y hacia esa dirección también se proyecta el colectivo. Al respecto Luis afirma que ellos tratan de controlar el destino de los hallazgos. “Hay personas que desinteresadamente entregan hallazgos fortuitos y esto enriquece la colección del museo. La calidad y cantidad de las colecciones son quienes dan la importancia a la institución, ya la sala es pequeña. Hay piezas desconocidas por la población. Este centro es algo único de su tipo en Cuba y el Caribe, somos centro de referencia para el estudio de las comunidades del Caribe”.

El emblemático ídolo de oro.

Compartir la historia y las riquezas arqueológicas es de sabios, por lo tanto una de las áreas de proyección es el turismo internacional, Luis Rafael Quiñones estima que la institución es la puerta de la ciudad, “por aquí pasan los visitantes primero y luego se dirigen a otros sitios, la información al visitante es importante, dar respuesta a los intereses y motivaciones de los extranjeros. Mucha gente conoce al museo por internet y entonces vienen aquí para completar las expectativas. Hay que estar preparados para atender al visitante. Ya la gente trae consultas y las informaciones tienen que ser serias y satisfacer al cliente de diferentes latitudes. El museo es visitado por turistas provenientes de Francia, Bélgica, Canadá, Inglaterra y Holanda”.

Mantener la historia de una nación es salvar su cultura, los ancestros fueron quienes marcaron el rumbo, dejaron la primera huella y esa permanece como reliquia en esta localidad.