Del buceo a la amistad.
Por Orestes Díaz.
Douglas Tucker es un visitante asiduo a la Playa de
Guardalavaca en el municipio holguinero de Banes. La aventura y la fama del
lugar lo atrajeron en 1993. Eran muchas las historias agradables sobre el
balneario y decidió visitarlo. Hoy ya tiene más de 50 viajes a esta parte del
Norte Oriental de Cuba. “Es imposible resistirse venir una y otra vez” exclama
emocionado.
A su llegada la primera vez le impresionaron las límpidas
aguas para bucear. Hoy simplemente es como llegar a casa y encontrar a la
familia y añade “conocí a personas del hotel Atlántico-Guardalavaca y a medida
que pasó el tiempo me acostumbré más a quienes trabajan aquí” Porque realmente
los cubanos son quienes les hacen regresar una y otra vez afirma.
Douglas Tucker tiene unos 60 años de vida, vive en un
pequeño pueblo cerca de Toronto en Canadá y dice que “solo iré de visita a
Canadá porque regresaré el cuatro de abril, allá hace mucho frío, hasta 15
grados bajo cero, mientras que en Cuba el clima es riquísimo, ¡Lo disfruto
mucho!”.
Este amigo de Cuba recomienda visitar Guardalavaca, en sus
muchas visitas ha traído a personas nuevas quienes igualmente quedan
maravillados de la hospitalidad del personal que les atiende, la seguridad y el
clima sano que acoge al visitante. “Me pueden seguir esperando por muchos años
y varias veces al año” dijo a modo de despedida este amigo que evidencia la
veracidad de uno de los slogans de la instalación: “En casa aunque estés lejos
de casa”.
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