jueves, 3 de agosto de 2017

Segundas lecturas veraniegas.


Algunos prefieren la nieve aunque no hayan vivido la experiencia.
Segundas lecturas veraniegas.
Por Orestes Díaz.
El verano es una estación ideal para algunos. Están las vacaciones escolares con los chicos en casa, apenas llueve, las aguas de las playas banenses son cálidas y la familia se reúne con frecuencia en viajes, comidas u otros eventos.
Alguien dijo “tengo a los muchachos de vacaciones, abren el refrigerador cada 30 segundos, para tomar agua, para comer o para ver qué hay de comer”. Dios ¡¡¡¡Comer!!!! A toda hora dicen “tengo hambre y esto no me gusta, aquello tampoco, eso ya lo comí ayer” ¿¿¿Y qué quieren??? Gritan los padres desconsolados ante la inconformidad.
Cada cual refresca a su manera.
Más allá de esos dulces “estorbos” de los cuales no se puede prescindir el verano asfixia, este 2017 algunas personas creen que dejará récords por las elevadas temperaturas. Las noches sofocan pese a los ventiladores y al baño antes de acostarse. ¡¡¡Alabados quienes inventaron los ventiladores y los climas!!!
Ante tales consecuencias una amiga canadiense me alentaba: “Ten paciencia ya llegará el invierno o refrescarán las temperaturas, un coterráneo intentaba otro consuelo “ya pasará, el tiempo no se detiene” mientras mi madre, con más imaginación y dominio mental que yo, me dejó atónito “imagínate que hace frío, que no sientes nada de calor” Realmente creo que mi  progenitora tiene un cerebro digno de analizar.
La familia se reune y celebra.
De todas formas la temporada reúne a la gente en playas, carnavales, fiestas familiares y cuanto invento exista para gozar de la alegría. Las ropas se acortan, las modas se hacen más atrevidas aunque el sol castigue, otros visten mangas largas, gorras y sombreros y se hacen aliados del pomo de agua fría.
En Cuba prácticamente ya no se palpan las poéticas y cantadas primaveras o los melancólicos e igualmente literarios otoños con la brisa fría soplando las hojas y las nubes galopando por el cielo que amenaza lluvia.
Acá calor o calor, y como entre col y col un rábano a veces un chubasco o alguna fresca noche cercana a diciembre o enero. Cosas del trópico, que aunque nacimos en él, siempre escuchamos “este es el verano más caliente que ha existido”. Sin embargo los termómetros muchas veces dan otra información pues los registros están.
Otros prefieren la playa.
Considero que las medidas que se tomen ayudarán, es indudable, que el agua fría es idilio, el ventilador un gran amigo y la tele un entretenimiento, de todas formas debemos tratar de sentirnos bien con los demás, con nosotros mismos y tratar de encontrar o crear un ambiente agradable, así “las temperaturas bajarán al menos en el aspecto psíquico”. Ya llegará el invierno, típicamente cubano pero invierno al fin.

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