lunes, 14 de abril de 2014

La vida de los puntos.


¡Se juntaron los puntos! Uno a uno, fueron llegando al lugar escogido.  Punto de reunión, sería el anfitrión. Aunque llegaron al mismo tiempo, el instinto llevó a los  puntos cardinales a sentarse en las puntas de una cruz imaginaria. Punto de ebullición y punto de congelación, con disimulo evitaron encontrarse. De pronto, el ambiente se tornó húmedo cuando arribó punto de rocío,  y por si fuera poco, un escalofrío invadió a todos cuando vieron entrar la palidez de punto muerto.
Los murmullos se convirtieron en silencio cuando, punto de partida -que fungía como moderador-, inició la sesión diciendo con voz grave:
-Hoy enjuiciaremos a punto álgido. Se le acusa de usurpar funciones; porque, aunque álgido significa frío, cuando una situación está en su punto más candente, se dice que “está en el punto álgido”. Esto, ha ocasionado molestia entre los puristas de la lengua.
La defensa estuvo a cargo de punto de apoyo, quien dijo:
- Si queremos hacer un juicio justo a punto álgido, debemos conocer su historia.  Álgido, deriva de la palabra latina “algidus”, que significa frío glacial. Por eso, a principios del siglo XIX, en el argot de la medicina llamaron fiebre álgida a la que se manifiesta con intensos escalofríos. Este síntoma se presenta en los enfermos de cólera cuando la enfermedad está en su momento crítico, momento al que llamaron período álgido del cólera. Muy pronto, por similitud con el período álgido del cólera, la expresión se usó coloquialmente para referirse a ese punto en que una situación está en su momento crítico, naciendo así el punto álgido que hoy conocemos.
Punto de vista, no quiso guardarse su opinión y dijo: – Me parece que no hay delito que perseguir, la raíz de la contradicción está en un proceso natural que es la calentura con frío.
Punto y seguido, apuró para terminar con el asunto. El jurado, formado por los puntos suspensivos -después de un rato de suspenso-, emitió su veredicto: “¡Inocente!
Punto álgido fue el primero en salir, sólo se detuvo para recibir los dulces que, para eliminar lo amargo del momento, punto de azúcar le obsequió amablemente. Poco a poco, la sala se fue quedando vacía. Punto final apagó la luz y cerró la puerta.  Así terminó esa reunión que se hizo..…de puros puntos y donde faltaron algunos puntos como el “G” pero esa será otra historia.

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