Bert Cozens es un amigo que vive al sur de Canadá quien lee los trabajos publicados en Radio Banes, un sitio que visita periódicamente y emite sus puntos de vistas. El cuidado del medio ambiente, la formación de valores en los jóvenes o la necesidad de reciclar materias primas son aspectos que le motivan emitir criterios a este jubilado del sector de la educación.
Recientemente nos conocimos personalmente y no defraudó: es una excelentísima persona. Cuando le propuse entrevistarle para nuestra publicación estuvo de acuerdo. La entrevista fue a la vieja usanza, solo “papel y lápiz” pues los micrófonos le ponen nervioso. Bert ha estado en Cuba unas nueve veces ¿Por qué el regreso una y otra vez?
“La primera vez vine con un grupo de amigos para salir de nuestro
invierno canadiense. Hicimos tantos amigos en Cuba que volvimos en el otoño de
ese año para visitarlos de nuevo. Hemos estado en casi 20 países y me he reunido
con gente agradable, pero nunca me sentí tan cerca como los amigos que tenemos
en Cuba. Nos hacen sentir como parte de su familia cuando visitamos sus hogares
y tomamos juntos un café. Otro vínculo entre nosotros han sido las logias
masónicas. Cuando un “albañil” se encuentra con otro “albañil” comparten
valores comunes sobre el cuidado de sus familias y por ser hombres buenos y
honestos”.
La bondad y el
humanismo son virtudes de este amigo quien además tiene muy en alto el concepto
de familia. “La parte más importante de
la vida son los familiares y amigos, compartir nuestras vidas con ellos. Hemos
sido muy afortunados en la vida y nada hace que uno se sienta mejor que estar
con la familia y los amigos”.
Bert Cozens vive cercano
a Detroit donde existe un hospital al que él y su esposa van a prestar ayuda
humanitaria. ¿Cómo realizan esto y por qué?
“Desde que era niño recuerdo a mis padres como voluntarios ayudando en los hospitales y con los niños y
adultos enfermos. Eso es como una tradición que ha ido pasando hasta nuestros
hijos. Mi esposa Peggy y yo vamos un día a la semana a un hospital de cáncer
para ayudar”.
En Canadá aún hace
invierno pero el calor de la amistad conforma un verano más allá de las
estaciones del tiempo. A los banenses les caracteriza el humor y la alegría.
¿Desde su punto de vista como nos califica?
“La primera vez que vinimos a Cuba nos dimos cuenta de lo diferente que
son las comidas, el clima, el idioma, el transporte, las historias respecto a
nuestra vida en Canadá. Lo que más hace que regrese es lo parecido que somos en
el cuidado de nuestra familia y amigos”.
Como
me expresó Bert en alguna ocasión.”Nuestras diferencias son lo que nos hace
interesante a los demás. Nuestras semejanzas y la humanidad nos unen”.
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